La violencia y el tango. La unión de la impetuosidad con la melodía. El desorden y la armonía.
Los instrumentos de Ástor Piazzolla suenan para mí como dos voces que dominan – o disputan en – el corazón de alguien agobiado: la desesperación y la angustia, caóticas e iracundas, pero también la tristeza y la melancolía, dulces y serenas. Nuestro tormento alterna siempre entre lo bello y lo desgarrador.
“La poesía sólo nace después de dolorosos viajes a las vastas regiones del pensamiento.”
Honoré de Balzac
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